martes, 26 de mayo de 2015

5 Sustancias químicas que se encuentran en los alimentos que consumimos.

Cada vez hay más concienciación por parte de los consumidores de que debemos hacer una compra inteligente tratando de buscar aquellos alimentos más saludables y naturales.

Foto (Nutricion.pro)

Es fundamental fijarnos en las etiquetas de los productos que consumimos, pero hay muchos ingredientes que pese a estar etiquetados como seguros y ser utilizados en una amplia variedad de alimentos aparentemente inocentes, pueden ser malos para nuestra salud y deberíamos hacer un consumo responsable de los mismos.

La Organic and non-GMO food movement, organización que promueve el consumo de alimentos orgánicos y una alimentación saludable, ha elaborado una lista en la que recogen cinco de estas sustancias químicas más presentes en nuestro consumo habitual que, con frecuencia, pasan como seguras. “Hay que impedir que las empresas que buscan robar nuestro dinero y arriesgan nuestra salud por el simple hecho de producir alimentos baratos, altamente comercializables –a veces, realmente deliciosos y adictivos– y procesados nos engañen”, denuncian desde su página web oficial.

 Propilenglicol

El propilenglicol (nombre sistemático: propano-1,2-diol) es un compuesto orgánico incoloro, insípido e inodoro. Se trata de un líquido aceitoso que se encuentra en algunos alimentos especialmente en algunas barras de cereales y alimentos que no contienen lácteos como batidos o suplementos ‘naturales’ que actúan como laxantes o vitaminas.


 E1520, también se utiliza como anticongelante, disolvente, está presente en muchos cosméticos como toallitas húmedas para bebés o champús y es el ingrediente principal de los lubricantes íntimos.  Organic and non-GMO food movement “se ha demostrado que este aditivo tan común –y, por ende, tan difícil de evitar– causa problemas de salud intestinal, puede producir diarrea y se cree que podría suponer una amenaza neurológica permanente”. 


El aspartamo

Un edulcorante no calórico que se utiliza en numerosos alimentos en todo el mundo. Es el responsable de endulzar casi la totalidad de los productos “sin azúcar” o light de los que consumes habitualmente, así como para dar sabor a los chicles y a la mayoría de yogures y lácteos del mercado.

En Europa se corresponde con el código E951 en los etiquetados y aunque muchos expertos creen que es la mejor alternativa al azúcar para las personas con problemas de diabetes o sobrepeso, su ingesta también se ha relacionado con dolores de cabeza e incluso daños neurológicos. “Recuerda que en los alimentos dietéticos que utilizan edulcorantes artificiales hechos de productos químicos o con productos químicos como el aspartamo, no hay suficientes beneficios en comparación con los riesgos, a pesar de lo que las tácticas demarketing puedan decirnos”, aseguran desde la plataforma. 

Sucralosa

Es otro edulcorante que se utiliza como sustituto del azúcar. Se fabrica por halogenación selectiva de sacarosa y, a diferencia del aspartamo, es termoestable y resiste las variaciones del pH por lo que puede usarse para elaborar productos con fechas de caducidad a largo plazo.

Foto (Madridfree)
Se encuentra en la mayoría de los alimentos dietéticos libres de azúcares no orgánicos, postres congelados sin azúcar, cereales o yogures.  


Aunque todavía es considerada por las autoridades sanitarias como un edulcorante seguro (de hecho puedes identificarlo en las etiquetas de innumerables productos bajo el código E955), lo cierto es que es uno de los ingredientes artificiales que debes evitar.

Como explican desde el movimiento a favor de una alimentación saludable y orgánica, “se ha demostrado que puede dañar algunas funciones del intestino –como por ejemplo reduciendo la cantidad de bacterias saludables que este produce– y es responsable de generar malestar digestivo a muchos de sus consumidores”

 TBHQ

código E319, la terbutilhidroquinona o THBQ tiene efectos secundarios potencialmente dañinos en nuestro organismo. Se trata de un conservante que se obtiene derivado de la industria petrolífera y que se utiliza como aditivo alimentario y antioxidante gracias a que evita la decoloración natural de los alimentos que se genera por la oxidación del hierro cuando estos están procesados.


Está presente en frituras, grasas animales y productos de bollería que se alcancen temperaturas altas, así como en bebidas energéticas o zumos, cereales para el desayuno alimentos congelados y otros muchos procesados. Además, como explican en la web especializada en Aditivos alimentarios, “en grandes dosis podría provocar asma, urticaria, insomnio, un aumento del colesterol en sangre y problemas de metabolismo en el hígado”. Por si fuera poco, diferentes investigaciones encontraron que puede podría ser cancerígeno. 

BHA y BHT

El Butilhidroxianisol y Butilhidroxitoluol, conocidos como BHA y BHT por sus siglas en inglés, son químicos que se utilizan como antioxidantes sintéticos para alimentos procesados.

En España el E320 y el E321 están presente en alimentos a los que tenemos acceso a diario –la mayoría dulces y derivados de la bollería–.


También se les relaciona con el desarrollo de alergias y con daños neurológicos a largo plazo.


Tenemos que tener mucho cuidado con los productos que consumimos, debemos concienciarnos que no nos damos cuenta pero estamos poniendo nuestra salud en peligro con cada uno de los alimentos que consumimos, que muchas veces nos los venden como "naturales" "seguros" y es todo lo contrario a la larga.

Muchas personas ya están concienciadas de este problema y por eso optan por consumir productos ecológicos, libres de productos químicos, aditivos, dañinos para nuestra salud y el medio ambiente. 

"Consume ecológico, cuidarás tu salud y el medio ambiente" Productos Ecológicos EcoSpain

martes, 19 de mayo de 2015

¿Somos más alérgicos ahora que antes?

Contaminación de las ciudades, exceso de aditivos en la comida y exposición del humo del tabaco, entre las causas.


Cantidad de menús especiales en los colegios, en los cumpleaños. Enfermedades de reciente diagnóstico y cada vez más comunes. Hablamos de las alergias y de las intolerancias. ¿Es una moda como algunos creen o es un verdadero problema de salud como defienden los profesionales? ¿Por qué cada vez hay más gente diagnosticada con este tipo de trastornos? ¿Cuáles son las verdaderas causas? 

Foto: otramedicina.imujer.com
La doctora Marcela Santaolalla Montoya, jefe de equipo de Alergología del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro explica en este artículo cómo lo ven ellos desde su equipo en base a años de experiencia: «La alergia se debe a una respuesta exagerada e inapropiada del sistema inmunitario frente a sustancias que son inocuas para la mayoría de las personas», define la experta. «La prevalencia de las enfermedades alérgicas a nivel mundial es alta y no deja de aumentar. Aproximadamente de un 30 a un 40% de la población se encuentra afectada por alguna de ellas. Se estima que en España una de cada cuatro personas padece algún trastorno alérgico».

En contra de la opinión de mucha gente que desconoce la ciencia médica, no es algo que se haya puesto de moda, muy al contrario «es un problema de salud pública, principalmente en los países desarrollados, y su incidencia aumentará a medio y largo plazo y afecta a todas las edades de la vida, desde la infancia a la senectud, si bien es más prevalente en la infancia y juventud».

¿Por qué somos ahora más alérgicos?

¿Por qué somos ahora más alérgicos? Es difícil dar una sola causa. Para la doctora es importante recordar que «para el desarrollo de enfermedades alérgicas es necesario que concurran varios factores. Por un lado una predisposición genética, y así se han encontrado múltiples genes asociados a enfermedades alérgicas, transmitidos de padres a hijos. Por otro lado un mecanismo epigenético, en el que los distintos factores ambientales pueden actuar provocando modificaciones a lo largo de los años, que afecten a la expresión de los genes, sin variar la secuencia de ADN. 

Y por último y muy importante, hay que tener en cuenta el efecto directo de los variados factores ambientales que han ido modificándose con el tiempo en nuestro mundo industrializado», reconoce Santaolalla.

«A este respecto, prosigue, es muy importante tener en cuenta la hipótesis de que gracias a la vacunación, la antibioterapia y la mayor higiene en nuestras vidas, todos ellos aspectos muy importantes que han contribuido a la disminución de la morbilidad y mortalidad de la población, el sistema inmunológico ha dejado de combatir con intensidad las infecciones y ha virado hacia una respuesta alergológica, defendiéndose de sustancias aparentemente inocuas, tales como los pólenes, ácaros del polvo o los alimentos», recuerda.

Vivir en la ciudad, peor para la salud

No se puede obviar el hecho de que no puede ser lo mismo vivir en una ciudad como Madrid con un pueblo donde los niveles de contaminación apenas se notan. Para la alergóloga «en las grandes urbes es donde la alergia es más prevalente, la influencia del efecto invernadero. Éste se produce por la contaminación y la suave bajada de temperaturas a lo largo del tiempo y hace posible que aumente la incidencia de sensibilización a pólenes de invierno que hace dos o tres décadas no se observaban, tales como las cupresáceas».

La doctora recuerda que «el aumento del número de vehículos diesel provoca que las partículas diesel que desprenden recubran al polen y lo hagan más alergénico, además de que hace que el aire que respiremos esté más contaminado y sea más irritante». Además, como consecuencia de la contaminación, el polen expresa más proteínas alergénicas llamadas «proteínas de estrés», que se presentan como un mecanismo de defensa y son más alergénicas que las habituales. Un recordatorio para padres y educadores es velar porque los menores no respiren el humo del tabaco ya que «potencia las enfermedades alérgicas respiratorias, en concreto el asma».

Ausencia de lactancia materna

La OMS recomienda dar lactancia en exclusiva leche materna a los bebés y hasta los dos años combinada con otros alimentos. La doctora recuerda que «aunque no ejerce una protección absoluta contra las enfermedades alérgicas, es bien sabido que la leche de la mujer es el alimento específico y más adecuado para el niño los primeros meses de vida». Desde luego la evidencia científica lo demuestra ya que «varios estudios observan una disminución del riesgo de asma en los niños que mantienen lactancia materna al menos hasta los cuatro meses. En el calostro materno se han encontrado factores moduladores para el desarrollo del sistema inmunitario del niño que parecen ayudar a inducir la tolerancia alimentaria».

La industria alimentaria. Aditivos

Del mismo modo que se diagnostican más alergias respiratorias también está aumentando la prevalencia de alergia a alimentos. Cualquier alimento puede comportarse como un alérgeno, algunos de ellos con más frecuencia y ésto va a depender en gran medida de los hábitos alimentarios de cada población y los grupos de edad. La doctora cree que ahora «es más fácil hacerse alérgico a un alimento con capacidad de provocar alergia y que se consuma con elevada frecuencia en un medio concreto, que a otro alimento de menor frecuencia de consumo».

«No podemos olvidar que a menudo los alimentos que comemos en nuestro entorno van acompañados de aditivos, sostiene la experta, y estos se añaden para modificar las características físicas del alimento, su capacidad de conservación, son saborizantes, aromatizantes, antioxidantes y emulsionantes. Muchos de estos aditivos, como los sulfitos, tartrazina o glutamato monosódico, pueden provocar reacciones similares a las reacciones alérgicas por alimentos».

Mejor diagnóstico que hace una década

Lo cierto es que realmente hay más enfermedades alérgicas pero también se diagnostican más y mejor. Al interés de los pacientes por cuidarse y curarse se une la alta especialización sanitaria en nuestro país. A las tradicionales pruebas cutáneas, que siguen siendo de gran sensibilidad, bajo riesgo y de interpretación inmediata, se unen muchos otros medios diagnósticos, algunos de ellos muy novedosos como el diagnóstico molecular.

La alergóloga recuerda que «además del tratamiento sintomático disponemos de distintas, novedosas y eficaces pautas de inmunoterapia». Así mismo señala que «no podemos olvidar el gran avance que han supuesto las desensibilizaciones tanto con alimentos como con medicamentos, entre los que destacan los quimioterápicos para enfermedades oncológicas. La desensibilización consiste en la administración en dosis crecientes del fármaco o alimento implicado para conseguir adquirir la tolerancia al mismo. Esto es muy importante tanto en alergia a alimentos para ayudar a la superación de la misma y evitar reacciones alérgicas de riesgo vital, como en el caso de los medicamentos para poder seguir administrando el fármaco necesario, que muchas veces es imprescindible para una buena evolución de la enfermedad».


Fuente: abc.es

"Consume ecológico, cuidarás tu salud y el medio ambiente"  EcoSpain

jueves, 14 de mayo de 2015

Chorizos al vino.

Hoy os traemos un riquísimo entrante, rápido de elaborar y fácil. Además podréis elaborarlo con nuestros chorizos ibéricos ecológicos, y nuestros vinos ecológicos.


Foto: Facilisimo.com
Ingredientes:

- 4 unidades de chorizo en ristra
- 2 hojas de laurel
- 50 mililitros de Vino fino seco
- 1 taza de agua

Elaboración: 

Antes de empezar con la preparación de los chorizos al vino deberás dejar listos todos los ingredientes. Para ello, es preferible que los chorizos sean de jabugo, de unos 8 a 10 cm

Para empezar con la elaboración de este aperitivo, coge una cazuela pequeña y pon a hervir el suficiente agua como para cubrir todos los chorizos. Incorpora el laurel y el vino y espera a que hierva.

Mientras se calienta el agua, perfora los chorizos con un mondadientes o cuchillo pequeño para que la salsa de vino penetre por todas partes. Cuando hierva el agua, añade los chorizos.

Una vez estés los chorizos en la cazuela, deja que se cocinen durante ocho minutos desde que el agua vuelva a romper a hervir. Pasado el tiempo, retíralos y córtalos en rodajas de 1.5 cm aproximadamente para servirlos

Puedes servir los chorizos al vino con un poco de salsa si lo deseas. Como ves, se trata de un aperitivo muy sencillo y exquisito.

Receta de: recetasgratis.net

Puedes encontrar nuestro chorizo ibérico ecológico y el vino ecológico en nuestra tienda online: Tienda Online EcoSpain

miércoles, 13 de mayo de 2015

Los plaguicidas pueden provocar cáncer, parkinson, alzheimer o abortos.

La organización ecologista Greenpeace exige con urgencia la eliminación progresiva de los plaguicidas químicos de síntesis y el apoyo a la agricultura ecológica, debido al peligro que pueden suponer para la salud, sobre todo la de los agricultores y sus familias, que están más expuestos a estos riesgos.



El informe 'Los plaguicidas y nuestra salud: una preocupación creciente' recuerda que la exposición a ciertos plaguicidas está asociada con diferentes tipos de cáncer, parkinson, alzheimer y enfermedades que afectan los recién nacidos y a los fetos, ya que también podrían provocar abortos.

Foto: Soycomocomo.es
Así, el estudio identifica dos grupos "especialmente" vulnerables a los riesgos para la salud derivados de la exposición a los plaguicidas. Estos son, por un lado, los agricultores, sus familias y las personas que viven en regiones con agricultura industrial intensiva. Y por otro, destaca el peligro que suponen para fetos y bebés.

El informe revisa la literatura científica existente y demuestra que hay una "clara evidencia de que la exposición a ciertos plaguicidas está asociada con diferentes tipos de cáncer (próstata, pulmón, leucemia); enfermedades neurodegenerativas (párkinson y alzheimer); retraso cognitivo y menor inteligencia; alteraciones en el comportamiento, en particular problemas de atención e hiperactividad; reducción del peso y tamaño al nacer y ocurrencia de malformaciones congénitas; abortos involuntarios; alteraciones del sistema inmunológico y hormonal; y otras enfermedades como el asma.

Además, añaden que estos tóxicos puede alterar la expresión genética, por lo que se pueden transmitir los efectos incluso a generaciones no expuestas a los plaguicidas, incluso después de que hayan sido prohibidos.

Los plaguicidas autorizados actualmente en los campos europeos pueden plantear una amplia gama de problemas de salud a través de la exposición ya sea desde el trabajo directo con sustancias tóxicas o através de la alimentación.

Greenpeace publica el documento tras la reciente decisión de la Organización Mundial de la Salud de reclasificar el glifosato, el herbicida más utilizado en todo el mundo, como un probable carcinógeno humano, después de que este producto químico haya estado en uso durante muchas décadas.

Para el responsable de agricultura de Greenpeace, Luís Ferreirim, es "una vergüenza" que los que producen los alimentos sean los que más sufren debido al uso masivo de plaguicidas en los campos.
"Los agricultores y sus familias llevan en sus cuerpos la carga tóxica del fallido sistema de la agricultura industrial. Este informe muestra claramente que los plaguicidas nunca se pueden considerar seguros y demuestra una vez más que es urgente avanzar hacia la agricultura ecológica", ha apostillado.

LOS NIÑOS, GRANDES AFECTADOS

La salud de los niños está en mayor riesgo debido a las distintas vías de exposición a los químicos en el hogar, la alimentación y el medio ambiente. Los pequeños tienen tasas más elevadas de exposición y sus cuerpos metabolizan más lentamente. En los plaguicidas que son tóxicos para el sistema nervioso se incluyen los organofosforados y algunos plaguicidas carbamatos, piretroides y los neonicotinoides.
Foto: farmagaleno.com

Según el documento, incluso a niveles bajos de exposición, algunos de estos productos químicos pueden inducir problemas de salud de larga duración. "Los argumentos son suficientemente convincentes, por ello es urgente reducir la exposición humana a estas sustancias químicas peligrosas", señala la ONG en un comunicado.

Por ello, ante la preocupación creciente por el uso generalizado de plaguicidas en Europa, Greenpeace pide a la Comisión Europea y los responsables políticos de toda Europa que eliminen "con urgencia" el uso de los plaguicidas químicos de síntesis en la agricultura.


"Necesitamos urgentemente que la investigación pública se dirija hacia la agricultura ecológica para apoyar a los agricultores a que se alejen de la actual dependencia de los productos químicos sintéticos. Es hora de adoptar técnicas basadas en el incremento de la biodiversidad para el control de plagas y mejora de las tierras de cultivo, los ecosistemas y la salud de los agricultores", ha concluido Ferreirim.


"Consume ecológico, cuidarás tu salud y el medio ambiente" EcoSpain

miércoles, 6 de mayo de 2015

Aleta de ternera rellena de paté Ibérico, manzana reineta y jamón Ibérico

Riquísima receta, si eres un amante de la cocina esta receta no se te puede escapar, además podréis elaborarla con nuestros patés ibéricos ecológicos, y nuestro jamón ibérico puro de bellota.


Ingredientes:

 Aleta de ternera
 2 Manzana reineta 
 Jamón Ibérico 
 100 gr. Paté Ibérico 
 Granos de mostaza, pimienta roja y 1 cucharadita de pimentón dulce.
 1 vaso de vino aromático.
 1 cebolla.

Preparación:

Extendemos la carne y  untamos, la cara interna, con el paté de Ibérico, a continuación ponemos 100 gr. de jamón  Ibérico y 2 manzanas reinetas, peladas y cortadas en cuadraditos. Enroscamos la carne y la ponemos dentro de una malla.

Preparamos una mezcla con aceite, 1 cucharadita de pimentón, granos de mostaza y pimienta roja y un poco de sal. Batimos para mezclar bien los ingredientes y untamos el redondo.

Si vamos a cocinar de un día para otro, es bueno hacer la preparación de la carne envolverla en film y dejarla en la nevera unas horas. Todos estos pasos nos los ahorramos si la compramos ya lista.

En una cazuela con un poco de aceite doramos la carne, a la que hemos quitado el film.

Añadimos la cebolla en juliana, dejamos hacer unos minutos hasta que se ablande. Incorporamos el vino y a fuego fuerte esperamos a que se reduzca.

Añadimos agua caliente y dejamos cocer tapada por espacio de 1hora 30 min aproximadamente. A mitad de la cocción comprobaremos el punto de sal (por los ingredientes que utilizamos no suele ser necesario añadirle sal o si lo es, será suficiente con una pequeña cantidad).

Sacar la carne dejar enfriar y quitar la malla.


Durante la cocción los granos de mostaza y pimienta se desprenderán de la carne, yo prefiero colar el caldo para quitar los granos  y utilizar algunos para decorar el plato. 
Su función, de aromatizar la carne, ya está conseguida durante la cocción.

Cuando se vaya a consumir cortar la carne en rodajas y calentar en su salsa.Se puede servir con unas patatas al romero. 


Puedes adquirir nuestros patés ibéricos ecológicos en nuestra tienda online: http://www.spanish-organic-products.com/es/nuestros-productos/106-pate-clasico-ecologico.html