"Nos convertimos en nuestros hábitos", así lo afirmó el escritor Sean Covey.
Por eso, queremos
ayudarte a detectar esos hábitos comunes que te están impidiendo alcanzar una
mejor versión de ti mism@ y están minando tu calidad de vida.
Disfrutar de un tentempié entre las comidas es completamente
válido y hasta puede ser de gran utilidad para mantener el metabolismo a un
buen ritmo. Ahora bien, si te pasas de la raya y, de pronto descubres que vives
de snack en snack no hace falta decir que algo no anda del
todo bien. Y es que si vives para comer -y no a la inversa- te
"ensordeces" a las señales que te envía tu propio organismo. Esto te
hace más vulnerable al sobrepeso y a muchos trastornos alimenticios.
Mucha televisión
La ecuación es sencilla: "mucha televisión = poca
actividad física". Esto incrementa tus riesgos de padecer sobrepeso y diabetes
del tipo 2. Y es que un estudio realizado sobre más de 9.000 personas demostró
que quienes miraban más televisión, también consumían más refrescos azucarados
y comida basura que quienes no lo hacían.
Gastar en exceso
Tener deudas -y no poder hacerles frente- también posee
serias repercusiones sobre la salud. Así, puede generar hipertensión,
depresión, insomnio, dolores de cabeza, problemas digestivos. Asimismo,
las preocupaciones económicas favorecen que las personas caigan en vicios como
el cigarrillo, el alcoholismo y comer en exceso.
Quemaduras solares
El bronceado ahora está de moda. Pero, ¿sabías que esta
tendencia de belleza no hace más que contribuir al envejecimiento
prematuro de la piel? Esto se debe a que tomar sol destruye las fibras
elásticas responsables de hacer que la piel luzca firme y suave. Ahora bien,
esto no es todo: las quemaduras solares también incrementan de forma notoria
los riesgos de desarrollar cáncer de piel.
La tristeza
La tristeza y el enojo estimulan la producción de las
hormonas del estrés. Estas promueven la hipertensión, bajan las defensas,
enlentecen la digestión y, básicamente, te hacen sentir terrible. Y es que la
naturaleza ideó el estrés para que el organismo se defendiera en momentos
puntuales, de peligro; no para que se convirtiera en un estilo de vida.
Mañanas sin desayuno
Saltearse el desayuno favorece el aumento de peso y reduce
el caudal energético. Lo que sucede es que si no le proporcionas a tu cuerpo el
"combustible" matutino, el ritmo del metabolismo se enlentece.
Además, se ha comprobado que quienes no desayunan tienden a comer de forma más
abundante después.
Estos son algunos de los hábitos comunes más peligrosos.
Ahora que los conoces, ¡sácalos de tu vida! O te terminarás convirtiendo en
ellos.
"Consume ecológico, cuidarás tu salud y el medio ambiente." EcoSpain
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