viernes, 9 de mayo de 2014

La desaparición de las abejas amenaza el 70% de los cultivos para consumo humano.

Casi tres cuartas partes de los cultivos para consumo humano españoles están en jaque por el declive de la población de abejas y de otros polinizadores, según un estudio presentado hoy en Barcelona por Greenpeace.






Kiwis, calabazas, melones, sandías, calabacines, manzanas, melocotones o almendras son algunos de los cultivos más dependientes de la polinización de estos insectos y, por este motivo, la entidad ecologista alerta que, en algunos casos, su producción podría caer hasta un 90 % e, incluso, llegar a desaparecer.

La mortalidad de la población de abejas, que se debe especialmente al uso de 319 insecticidas y a la aparición de la avispa asiática, puede amenazar al sector económico español que depende de la polinización, cuya facturación asciende a más de 2.400 millones de euros anuales, según la entidad ecologista.

De hecho, España es el segundo productor mundial de almendras, el cuarto de melocotones y nectarinas y el tercero de fresas, entre otros cultivos, y todos ellos pertenecen a los sectores más vulnerables a la falta de polinización por insectos.

El documento también contabiliza el beneficio económico de las cinco CC. AA. que obtuvieron mayor rendimiento de la polinización durante 2011, último año con datos disponibles para el texto: Andalucía (casi 878 millones de euros), Cataluña (más de 321 millones de euros), Región de Murcia (casi 249 millones de euros), Aragón (casi 194 millones de euros) y Extremadura (más de 183 millones de euros).   En total, la polinización por insectos supuso más de 2.400 millones de euros de beneficio inducido en los principales cultivos de consumo directo humano.

Pese a su importancia, tanto para la seguridad alimentaria como para la biodiversidad, las poblaciones de los insectos polinizadores están en declive. El sector apícola español denuncia mortandades de abejas entre el 20 y el 40%, incluso superiores en algunas regiones, como Galicia, donde se acaba de informar que hasta un 56% de las colonias han desaparecido desde el año 2000.


La causa principal de esta alarmante disminución, según el análisis, es el empleo masivo de insecticidas que, en España aumentó un 56% entre 1990 y 2010, y muchos de los cuales indican claramente que son peligrosos para las abejas en su ficha de registro como producto.   Por ello,  Greenpeace demanda a las autoridades españolas que prohíban el uso de los 319 plaguicidas peligrosos para las abejas y otros polinizadores antes del 2017 y no se autoricen otros sospechosos de serlo, a fin de “salvar a las abejas, a la agricultura y nuestra alimentación.

Vía: EfeVerde

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